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- #Cuba: La Habana bosteza los domingos
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Pantalla Cubana HD
domingo, 8 de junio de 2014
Los domingos en Cuba son la pura estampa del tedio. O peor, son la resaca del sábado. Hay quienes descargaron su domingo con ron peleón de 60 pesos o varios planchaos (cajita de ron a 1.00 CUC). También están los que pudieron beber cervezas o whisky en lugares “finos” de esta paupérrima ciudad.
Un recorrido por el popular barrio de Buena Vista da la posibilidad de tomarle el pulso a las luces y sombras de este día de descanso.Según Esther Jiménez, una católica ferviente: “Antes del 59, los domingos te ibas a la Iglesia y orabas y participabas de las misas. Luego venías a tu casa y se preparaba una cena para la familia reunida. Se debatían planes y proyectos para el futuro”. Y agrega: “Ahora ni la iglesia es capaz de congregar a la familia, todo es muy triste y lamentable. La calle huele a ron”.
Gloria y Rosario, dos ancianas que viven juntas, señalan: “Solo nos queda darles comida a los gatos y mirar la TV que cada día está peor, con sus programas deformadores de la juventud, sus horarios desfasados y sin creatividad.”
Ángel López, un vecino, comenta: “¿A dónde voy a ir y con qué dinero? Me quedo en la casa viendo novelas alquiladas, como La Viuda Negra. Le pregunto si va a la iglesia.
“No me hace falta, el Sagrado Corazón de Jesús está conmigo en la casa”.
Francisco, el de la bodega, y sus nietos, dicen: “Lo nuestro es jugar dominó y emborracharnos hasta el amanecer. Aquí no hay nada que hacer que no sea caerles atrás a las jevitas, fumar tabaco y tomar vino, ron, alcohol, lo que sea”.
Según Eugenia: “Antes tenía economía para pagar un restaurante y salir con los hijos y amigos. Ahora, en la calle, solo encuentras el bandidaje, la prostitución, las borracheras, las drogas y el mal ambiente. Hay que encerrarse en casa como en una prisión”.
“En Buenavista, los domingos, las calles están desoladas. Circulan pocos ómnibus y la presencia de taxis privados es escasa. Ni siquiera hay una cartelera que divulgue las pocas actividades recreativas. Apenas funcionan algunos pocos cines. Los teatros solo ofrecen la matiné, a las 5.00 pm. Por la noche solo queda acostarse, o tomar ron”.
“Claro, en los hoteles, los extranjeros se divierten. Ahí tienes la piscina del Hotel Kolhy, cercana al Río Almendares. Y la fiesta de reguetón en el los hoteles Neptuno-Tritón, donde la entrada cuesta a 10 CUC de 12 del día a 12 pm”. Preguntando sobre estas gozaderas en los hoteles escucho:
“Niña, eso es para los ricachones –exclama Yaumara, una transeúnte. Yo los domingos pienso en qué pongo de comida a la mesa, y ver cómo me las arreglo para mantener limpios los uniformes de los muchachos para la semana, porque no hay jabón para tanta lavadera”.
A Mauricio lo abordo en la guagua: “Eso de los hoteles no es para mí. Para la fiesta del reguetón hay que llevar de 50 a 100 CUC. Yo tengo que “raspar durísimo” para llevar a mi novia a algún sitio los sábados. Y los domingos nos atrapa el tedio. O vemos la horrenda televisión o miramos el techo…
El grupito medio friki que espera el ómnibus, no se calla: “los domingos son infernales. No hay dinero, no hay comida, no hay opciones ni esperanzas… Solo nos queda vivir otro verano patético”.
A una familia que celebraba –con la puerta abierta por el calor– el cumpleaños de su hijita de ocho años, le pregunté si les había sido muy dificil organizar la fiesta. Me respondieron que reunir a la familia fue una odisea. Aquí nadie quiere a nadie, solo al señor “don dinero”.
Los domingos habaneros se han convertido en el “día negro” de la semana. Para unos es la antesala de los lunes, la arrancada para la pelea semanal por la supervivencia. Para otros, una excusa para emborracharse con el alcohol que aparezca.
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