CUBANOS EN LA RED SOCIAL

En los últimos años están buscando alternativas de retorno a Estados Unidos, a riesgo de ser detectados y puestos a disposición de los tribunales

 Los estafadores del Medicare en el sur de la Florida que escapan a Cuba para burlar la justicia estadounidense no parecen muy decididos a echar su suerte en la isla y en los últimos años están buscando alternativas de retorno a Estados Unidos, a riesgo de ser detectados y puestos a disposición de los tribunales.

En los últimos tres años las autoridades federales han capturado al menos a unos 25 prófugos de origen cubano que cometieron fraudes millonarios a través de clínicas y farmacias establecidas en el área de Miami, y escaparon de territorio estadounidense para eludir su responsabilidad penal.

Los arrestos han ido en ascenso desde 2012, por diferentes vías, pero mayormente corresponden a personas capturadas en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA), procedentes de Cuba. En ocasiones se trata de individuos que viajan con el mismo nombre bajo el que son buscados, pero en otros casos lo hacen con identidad falsa.

“Está claro que estas personas buscan una opción para entrar a Estados Unidos y vivir del dinero que estafaron, porque en Cuba se sienten cada vez menos seguras”, dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS un investigador independiente que rastrea casos de fraude al Medicare. “Es una situación complicada".

La fuente dijo que algunos prófugos intentan comprar documentación falsa en Cuba con la ilusión de poder retornar y hacer “una nueva vida” en Estados Unidos. La fiscalía federal del Sur de la Florida declinó comentar a DIARIO LAS AMÉRICAS sobre los arrestos recientes de cubanos prófugos.

Desde marzo de 2007, cuando fue creado el Grupo Especial contra el Fraude al Medicare en nueve ciudades estadounidenses, más de 1,500 personas han sido arrestadas por defraudar el programa federal de salud por un monto superior a los $5,000 millones de dólares.

Miami es considerada la capital del fraude al Medicare y las estafas han proliferado a cargo de individuos de origen cubano, muchos de ellos emigrados en las últimas oleadas desde la isla. Actualmente se calculan en unos 150 los fugitivos con casos pendientes en el sur de la Florida.

Las autoridades estadounidenses han intensificado la búsqueda de implicados en fraude al Medicare a través de la Interpol. En el caso de Cuba, la no existencia de un tratado de extradición entre ambos países impide el rastreo de los acusados que escapan con rumbo a la isla.

Aunque desde 2006 el Gobierno de Raúl Castro ha devuelto una decena de ciudadanos estadounidenses que buscaron refugio Cuba, no se tienen noticias de cooperación entre La Habana y Washington para rastrear los casos de cubanos que se escaparon a la isla tras enfrentar acusaciones por defraudar al Medicare.

El más reciente de los prófugos cubanos capturados en el MIA fue Ernesto Hernández, el pasado 18 de febrero, según el reporte de la Oficina del Inspector General (OIG) del Departamento de Salud y Servicios Humanos.

En abril de 2008, Hernández fue acusado de cinco cargos de fraude al Medicare por operaciones en La Número 1 Farmacia Discount, en Miami. Según las autoridades, el acusado remitió cuentas fraudulentas por cerca de $4 millones de dólares alegando servicios y tratamientos que no eran necesarios, y entregas de medicinas sin prescripción facultativa a los pacientes. Se calcula que el dinero apropiado indebidamente alcanzó $1.4 millones.

La acusación se produjo en su ausencia, pues tras ser entrevistado por los investigadores federales, en marzo de 2008, el sospechoso desapareció y permaneció fugitivo por seis años.

El pasado 11 de abril, Hernández se declaró culpable ante la jueza federal Cecilia Altonaga. Su sentencia está fijada para el 19 de junio.

Pero otros han intentado regresar ilegalmente por mar, a través de la frontera mexicana o en vuelos desde terceros países, como Ecuador y Panamá.

El pasado 6 de enero, Hector Hernández, que defraudó al Medicare por más de tres millones de dólares, fue detenido por guardacostas estadounidenses a bordo de una embarcación con inmigrantes cubanos con destino a Cayo Hueso. Se encontraba fugitivo de la justicia desde el 2009, cuando se emitió una orden de arresto en su contra.

Un caso singular es el de Carmen González, de 39 años, quien huyó a Cuba mientras se encontraba en libertad bajo fianza, en 2008. Se le acusó de sobornar a pacientes que no necesitaban terapia intravenosa de VIH en la clínica St. Jude Rehab Center y de apropiarse indebidamente $11 millones, en complicidad con los hermanos Benítez, considerados los mayores estafadores del sistema federal de salud pública.

Los tres hermanos Benítez -Carlos, Luis, y José- continúan prófugos. El encausamiento contra los Benítez en un tribunal de Miami menciona que estafaron aproximadamente $110 millones en reclamaciones y cuentas falsas al Medicare. Las autoridades han arrestado a varios de sus cercanos colaboradores como González, pero no han llegado hasta ellos, sobre quienes circulan versiones no confirmadas de que se hallan en República Dominicana y Panamá.

La mujer regresó a Estados Unidos por la frontera mexicana y fue arrestada en septiembre de 2013 cuando intentó obtener una licencia de conducción en el área de Fort Myers, Florida.

El pasado diciembre, González fue sentenciada a nueve años de cárcel. Durante la audiencia se le preguntó por qué había decidido regresar de Cuba. “Porque no veía futuro para mi hijo allí”, respondió González.

Cubanos en la red social/Wilfredo Cancio Isla   
 Diario las Americas