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- La Pequeña Habana de Miami: Ocho planes para la Calle Ocho (+Video)
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Pantalla Cubana HD
jueves, 8 de mayo de 2014
La arteria principal de La Pequeña Habana está llena de ganchos: icónicos murales, galerías de arte, botanicas, restaurantes, salas de música y locales que mezclan el humo del puro con el ruido del dominó. La nostálgica, colorida y cautivadora Calle Ocho sigue dando guerra en Miami.
Se puede estar todo el día en la Calle Ocho sin escuchar una palabra de inglés. Es como entrar en otra dimensión donde se beben batidos de mamey y se baila sin venir a cuento... Estas son ocho formas de vivir una de las caras más originales de Miami.Video: La pequeña Habana-Miami
1. Cafeína en vena con dominó de fondo
Si el café lo toma sólo recordará Little Havana como aquel lugar donde tomó el chupito de cafeína más dulce de su vida. Aquí es así: un potentísimo expresso que levanta a un muerto. Hay que comprar un cafecito en cualquier ventanita y encaminarse al Parque Dominó, algo así como la zona cero del barrio donde ser testigo de una escena sacada de una vieja película: mujeres y hombres en amplias guayaberas y zapatillas de deporte concentrados en sus partidas de dominó... desde por la mañana hasta por la noche. Observan el juego de fichas un porrón de dirigentes latinoamericanos, retratados fielmente en un mural, así como los frecuentes turistas, estos ya de carne y hueso, asombrados de esta estampa cargada de tópicos cubanos.
2. ¿Danzón, comparsa o reguetón?
La música cambia cada pocos metros en la Calle Ocho porque no hay local que no presuma de ritmo, pero también hay muy buenas tiendas de discos donde hacer un recorrido por las grandes voces latinas de todo el continente y comprar álbumes imprescindibles. En Lily’s Records (1419 SW 8th St.), la tienda de Lili y Enrique Reyes, encontrará el mejor danzón... y conga, cumbia, merengue, comparsa, chachachá, charanga tropical, reguetón cubano... lo tienen todo, incluyendo, cómo no, a los grandes soneros cubanos. La Estefan y otras glorias latinas se dejan caer por aquí, así como miles de sus fans que incluso en la 'era Itunes' siguen haciendo fila el día del lanzamiento de un disco destacado.
3. Los viernes son culturales
El último viernes de cada mes no hay plan mejor en Miami. El festival de los Viernes Culturales toma la Calle Ocho (desde 13th Avenue hasta 17th Avenue.) desplegando una algarabía de música, baile, poesía y arte... también una multitud de miles de visitantes. Es un buen pulsómetro de la garra cultural del barrio y para eso hay que mezclarse con los vecinos y pasarse por el Futurama Building (1637 SW 8th Street), un espacio creativo compuesto por galerías y estudios de artistas locales abiertos al público. En total existe una veintena de galerías en torno a la Calle Ocho. Además, para alentar la velada cultural, las tiendas permanecen abiertas hasta muy tarde, y muchos restaurantes ofrecen menús especiales.
4. Cómo gastarse el dinero
Ni que decir tiene que si busca una guayabera éste es el lugar para encontrarla. Esos grandes bolsillos nacieron para recoger los frutos, pero hoy se utilizan más para llenarlos de puros. La Pequeña Habana vive del turismo y de la nostalgia, así que son muchas las posibilidades de shopping. Hay tiendas llenas de camisetas y objetos hechos por artistas locales. Muy populares son, por ejemplo, la piezas de cerámica de los hermanos Currás que puede encontrar en Little Havana To Go (1442 SW. 8th St.). Pero también puede gastarse los dólares en placeres efímeros como los zumos tropicales de una institución en el barrio, la frutería Los Pinareños (1334 SW 8th St.), ganadora varias veces del Best Batido de Miami. Otro clásico es pedir un helado de algo exótico (¿guanábana, mamey, coco? en el King's Ice Cream (1831 SW 8th St).
5. ¿Ron y música en directo?
Cuba Ocho es una de las joyas del barrio, un lugar ecléctico con una de las mejores colecciones de pintura cubana pre revolución del mundo y el mejor jazz en directo de Miami. El centro está profusamente decorado. En sus pareces coinciden Marilyn Monroe y la Virgen de la Caridad. De eso, muchos de los muebles proceden de un antiguo club que regentaba Frank Sinatra en Miami Beach. Cuenta además con la autodenominada 'mayor colección de ron del mundo', todo un despliegue de 450 de los mejores rones destilados en Centroamérica y el Caribe. Así que valioso arte, excelente música y grandes rones... todo esto es Cuba Ocho (1465 SW, 8th St), un centro cultural muy especial.
6. Un pseudo habano
Aunque el embargo a Cuba machacó la industria tabaquera de Florida, en la Calle Ocho quedan testimonios importantes del arte de enrollar puros a mano. Y desde luego hay muchos locales que los venden y permiten disfrutarlos en cómodas butacas de cuero al son de música en directo o mientras se juega una partida de dominó. Eche un vistazo a Little Havana Cigar Factory (1501 SW Eighth St), donde también le servirán un café o TopCigars (1551 SW Eighth St.), un garito afro-cubano que recibe a algunos de los músicos con más calidad de la escena. Y para ver cómo se enrollan a mano los puros, diríjase a El Titán de Bronze (1071 S.W. 8th). Comprobará que es todo un arte.
7. Una de 'ropa vieja'
Son muchos los restaurantes de Miami que hacen un buen sandwich cubano (jamón, cerdo asado, queso, mostaza y pepinillos) , pero en la Pequeña Habana el espectro gastronómico caribeño se amplía sustancialmente. A saber: ropa vieja con judías negras, arroz y plátanos maduros, o una empanada de picadillo, o unas croquetas... con una guava (pastelito de guayabas) para terminar y cómo, no, un cortadito. Hay muchos restaurantes para elegir en el barrio. Uno de los más conocidos es el Versailles (3555 SW 8th St). Con un menú suculento y tradicional, atrae a gente de todo Miami. Es además, epicentro de mucho del politiqueo que tiene lugar en la Pequeña Habana. Más al este se encuentra El Pub (1548 SW 8th ), con su famosa ventanita que da a Domino Park.
8. Un tour esotérico
Hay muchas forma de impregnarse del sabor de la Calle Ocho, pero existe un buen número de tours para sacarle todo el jugo, sobre todo, si durante el paseo le apetece conocer a algunos de los personajes más famosos del barrio (artistas locales, músicos, poetas, veteranos de la invasión de Bahía de Cochinos...). Little Havana Tours también ofrece una inmersión en las influencias de la cultura local, explorando la santería (o Regla de Ocha o Regla Lucumí, como también se llama), o el espiritismo, el curanderismo o el chamanismo... se visitan altares, se conocen plantas sagradas y se escuchan remedios caseros para cualquier mal que venden las botanicas...Otra forma de conocer este atípico barrio de esta atípica urbe estadounidense.
Cubanos en la red social/Por Marta G.-Hontoria/ocholeguas.com